Está la tarde

Qué más querés Isa? Ahí hay jugo, pistachos, está la tarde y está el trabajo de grado esperando. Te encantaría dedicarte de lleno a otras cosas, lo sé. Pero vamos, quiero verte tecleando, estate tranquila, ya habrá tiempo para el amor, para las plantas y para cocinar. Habrá tiempo de crecer, de viajar y de ayudar. Da todo. Toda tu voluntad creadora, todo tu amor, toda tu rebeldía. No pierdas tiempo, A. está ocupado en su mambo. Déjate caer, traga agua y vuelve ahora, te necesito con los ojos grandes, con las piernas llenas de sangre, con el corazón hirviendo. Vuelve Isa, que la oscuridad no te lleve a su guarida pestilente. Que la guerra no aplaque tu corazón, que la oscuridad no te encuentre y si lo hace, logre tu luz aislarte de ahí. Isa, planta tu propio jardín, decora tu propia alma, sin esperar a que nadie te traiga flores. Isa, ahí hay pistachos, hay jugo, está la tarde. Isabel Caicedo.