El verano

Acabo de leer un poema que habla sobre el verano, la ciudad y el universo. El verano es confundido con el universo y el universo con la infancia. En esta ciudad, de donde tampoco me he mudado, se vive un verano eterno que llevado a cuestas veinticinco años ya no es lindo. No podría confundir este verano con el universo y mucho menos con la infancia. Me obsesiona mucho el universo y me pregunto cosas al mirar hacia arriba, pero hace tanto tiempo que no miro para allá que se me han olvidado nuestras conjeturas sobre las estrellas, he olvidado tejer mis preguntas para hacértelas a vos mientras te quejás por los mosquitos. Ya no recuerdo mucho mi infancia de areneros y loncheras, se me desdibujan las escenas porque el verano carcome, hace marchitar las hojas de las espinacas que sembré. No me deja sentir la dulce depresión que se instala en los días de frío, no me deja anhelar irme lejos; sólo pienso en vivir los días rápido, que pase ya el calor, que pase ya el verano eterno, la ausencia...