Lola


Vas y venís, ya me viste, lo sé. Viste que me he puesto el jean marinero que te  gusta. Y no es que esté asumiendo cosas que no son, de hecho nunca asumo cosas, pero el día que me lo viste la primera vez miraste doble, como cuando uno ve alguien y se le parece a un amigo y vuelve y mira, así.

Creerás que soy una convencida pero no es así, solo que comparto ciudad con vos y creo que sería bueno conocerte, aunque lo he pensado mucho porque... ¿no te ha pasado? Que admiras mucho a alguien y cuando lo conoces se te cae toda la torre… Bueno pues de pronto pase, aunque tengo la sospecha de que con vos no va ser así, porque no miras como la gente arrogante que es bella y se cree mucho, tú eres bello pero sabes que no eres más que nadie, y eso, para mí, es lindo. Aunque debo decirte algo, tu amiga, la que tiene el cabello amarillo, ella sí que es como esos que miran feo y eso no es que esté mal, pero se ve un poquito boba. Igual, si es tu amiga supongo que debe tener cosas lindas también. 

Me gustaría, si nos conocemos, que fuéramos alguna vez a ese río que parece un mar. No es que te lo esté proponiendo porque quiera algo contigo, yo no soy de esas que siempre cargan una intención doble, a mí me gusta conocer a la gente, saber qué piensan, qué opinan por ejemplo, de las películas de la tertu y qué lugares les gustan más.

Pero bueno si estando allá, de pronto, a ti te entran ganas de que nos besemos, yo no me opondría, es decir, eres lindo. No quiero que pienses que quiero algo contigo, sólo que te veo y como que algo se me descoloca, pero no mal como cuando estás enfermo, sino que se me descoloca y es como que si yo lo recogiera y al ponermelo, me recorriera el cuerpo de una forma deliciosa. No sé, quizá si te acercaras ahora, o bueno quizá otro día, este, creo que me gustaría mucho, y si tu no lo haces voy hacerlo yo, de pronto ahora mismo que estás solo en la mesa mirando cualquier cosa en el celular…

Ilustración Carmen Navarro

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Isabel Caicedo

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