Soñé con el gordo Casciari
Casciari se ha convertido en mi comentarista de
vida favorito, es mi Sherezado gordo. Lo escucho siempre antes de
dormir, será por eso que anoche soñé con él.
Había una especie de juegos mundiales en una ciudad donde estábamos y yo me había visto con él. Habíamos intercambiado palabras y creo que nos besamos, él estaba medio hot y yo no. Ahora que lo pienso me resulta asqueroso, pero así iba el sueño.
El caso es que llegamos a un sótano que era el parqueadero donde él tenía su carro.
Había una especie de juegos mundiales en una ciudad donde estábamos y yo me había visto con él. Habíamos intercambiado palabras y creo que nos besamos, él estaba medio hot y yo no. Ahora que lo pienso me resulta asqueroso, pero así iba el sueño.
El caso es que llegamos a un sótano que era el parqueadero donde él tenía su carro.
-Te espero aquí- dije, mientras él caminaba hacia el
tumulto de carros.
Apenas se dio vuelta me ocupé en entrar al edifico que estaba atestado de deportistas extranjeros. Crucé un gran pasillo pero no vi el
ascensor, lo busqué desesperada. Cuando por fin lo encontré, conversé con los demás sobre la tortuga
en la que nos habíamos subido, yo iba al piso 61.
El caso es que cuando se detuvo, llegue de nuevo al sótano.
Angustiada por la llegada del gordo Casciari me hice pasar por extranjera e intenté alejarme de ahí, perderme para que no me viera más. Entonces le dejé una nota con una chica que decía: gracias por todo, ya me fui. Se la entregué a la chica y emprendí mi huida. De ahí todo es blanco, no sé si el gordo la leyó, no sé si al fin pude perderme de su vista o simplemente llegué repetidamente al sótano.
Angustiada por la llegada del gordo Casciari me hice pasar por extranjera e intenté alejarme de ahí, perderme para que no me viera más. Entonces le dejé una nota con una chica que decía: gracias por todo, ya me fui. Se la entregué a la chica y emprendí mi huida. De ahí todo es blanco, no sé si el gordo la leyó, no sé si al fin pude perderme de su vista o simplemente llegué repetidamente al sótano.
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